Paso a contaros más o menos cómo vivimos por Toulouse nuestro 15-O particular. Vaya por delante que uno es un despistado de narices y no está a la última en esto de manifestarse y a lo mejor por eso tuve al principio una rara sensación de cabra en un garaje o algo parecido. Me explico. Busqué en la página donde se habían publicado las casi mil manifestaciones por todo el mundo, y Toulouse aparecía claramente la plaza St Bernard a las 14 horas. Palabrita de despistado. Allí estaba yo a la hora convenida cuando lo que me encontré fue un atrezzo que tenía toda la pinta de manifestación antinuclear. Y así era. Un grupo de verdes desconocido para mi se estaba de alguna manera apropriando del espíritu 15-O. No es que uno esté precisamente a favor de las nucleares, pero me parece que los ingredientes eran para otro menú. En otras palabras, el 15-O es una protesta mucho más amplia que lo de las nucleares. La cosa acabó al final junto al Garona con una asamblea, esta sí del 15-O.
En fin, dejo aquí algunas fotos que pude tomar con mi cámara vulgar y corriente, que nadie espere maravillas pictóricas.
Primero una pancarta animando al personal a saltar de su sillón forradito.
Como la cosa empezaba en plan mani, pues tuvimos hasta una versión de big band animando el cotarro, cosa que vino muy bien porque el centro de Toulouse un sábado por la tarde tiene sobre todo pinta de enorme centro comercial al aire libre y así llamábamos un poco la atención entre tanto consumo.
Este buen hombre venía de Bruselas a la boda de unos amigos y como le sobraba un rato, pensó que, ya que no podía estar con los de su pueblo, pues mejor se nos unía en Toulouse.
Y esta es la plaza de la Daurade donde al final nos reunimos en asamblea. Podeis ver al fondo, detrás de los árboles, un trozo de "peniche", la barca para los turistas que se quieren dar una vuelta por el Garona. Y a la derecha se adivina un bidón amarillo enorme, uno de los restos de la mani antinuclear.
A mí al final se me quedó un gustillo un poco raro. Primero porque no éramos tantos como algunos hubiéramos querido. Segundo porque muchos de los que animaron la mani antinuclear se quedaron arriba y no quisieron ni siquiera bajar al prado a mezclarse. Ocurre además que este rincón de Toulouse no es precisamente el más adecuado para estas cosas. Debería haberse montado en la plaza del Capitole, pero, pero, pero... por la mañana había una retransmisión por pantalla gigante del imprescindible e importantísimo partido de rugby que jugaba Francia en el mundial de rugby. Y por si fuera poco el ayuntamiento (socialista) había montado una feria no sea que la plaza se la ocuparan cuatro indignados.
Creo que en Francia este movimiento lo tiene difícil para arrancar fundamentalmente por dos razones. La primera es que la gente, los jóvenes en particular, no están tan mal como en España. La segunda es que en Francia la protesta está ya muy articulada a través de los sindicatos y de todo tipo de asociaciones, que son los que se han movido cuanto ha hecho falta para limitar las reformas del Gran Sarko I.
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