12 de febrero de 2012

Mas sobre Garzón

“Hay quien piensa que con el juicio y la sentencia sobre las escuchas de la Gürtel se está castigando a un juez singular, egocéntrico, ambicioso, poco cuidadoso con los procedimientos… Yo no lo creo. Se están santificando las reglas de un juego repugnante: el de la utilización de los principios del Estado de derecho para blindar hasa el infinito la cobertura legal de la delincuencia organizada de altos vuelos.

Cuando un imputado recibe en prisión la visita diaria de una corte de abogados de minutas millonarias, la mayor parte de los cuales no están personados en ninguna de sus causas, sin limitación de tiempo, sin control de sus actividades reales, hay quien quiere pensar que está asesorándose para su mejor defensa. Algunos no lo creen y deciden investigar. No hay mucha gente que se atreva a hacerlo. Casi nadie. A partir de hoy, mucho menos.

Un Estado implacable con los débiles y débil con los poderosos pervierte el sentido de la justicia, del derecho y de las leyes. Alguien debería pensar sobre esto.”

Este es el final de un artículo de Mercedes Gallizo Llamas publicado en El Pais el pasado viernes 10 de febrero. Gallizo fue directora de Instituciones Penitenciarias cuando se produjeron las escuchas de la Gürtel, o sea que sabe de lo que habla cuando se refiere como se refiere a los abogados como “corte de abogados de minutas millonarias”. A mi, sinceramente, me daría igual que fuera Garzón o que fuera cualquier otro juez. A mi todo esto que está pasando me recuerda sobre todo a las películas de El padrino, donde Vito Corleone primero, y Michael Corleone despues, están siempre rodeados de abogados y han comprado los jueces y los senadores que ha hecho falta. Es más, el poder de cada padrino se medía por la cantidad de senadores y jueces comprados. Cuando convencen a Vito Corleone de entrar en el negocio de la droga, es porque dará dinero para comprar más jueces, que es lo que defiende el hijo abogado (Duvall en la película, sentado detrás de Marlon Brando en la escena que he puesto arriba).

Parece que es a eso a lo que vamos, y probablemente de ahí el júbilo de la nefasta Aguirre, que va a disfrutar de la barra libre. Estoy hasta las narices, por no decir otro sitio.

Os dejo aquí tambien un enlace a una columna de Manuel Rivas que escribe tambien sobre el asunto, como no podía ser de otra manera despues de la entrevista que hizo a Garzón en la película de Coixet.

Puede parecer desmesurado, pero este es el único tema musical que se me ocurre a bote pronto para ilustrar el asunto.


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