“Digamos que lo que propongo
es una construcción del yo hedonista que permite igualmente un proyecto
hedonista más allá de ese yo: ¿cómo conseguir un máximo de felicidad posible
para uno mismo y para el máximo de gente? La respuesta es deshaciéndose de lo
inútil –es decir, posesiones, honores, riquezas, dinero, reputación, poderes- y
concentrándose en la búsqueda de lo útil –derechos, rectitud, libertad,
justicia, autonomía, independencia. No muy original, puesto que es el programa
de cinco siglos de filosofía pre-cristiana: la vida filosófica de Griegos y
Romanos.”
El párrafo que he introducido
es apenas un fragmento que he traducido de una entrevista a Michel Onfray,
aparecida en Le Magazine Littéraire del pasado mes de junio. En esta entrevista
Onfray habla de uno de sus últimos libros, L’Ordre libertaire, una biografía de
Albert Camus donde defiende la independencia y el compromiso de Camus que es,
para Onfray, el escritor que mejor encarna la tradición del pensador libre,
independiente y autónomo. La antítesis, como ya se sabe, es Sartre y la
liviandad del Saint-Germain-des-Prés de la época.
A su manera Michel Onfray es
otro personaje que, con su dimisión del sistema de enseñanza, eligió un camino
independiente con la creación de la Universidad Popular de Caen, donde imparte
cursos de libre acceso y que son retransmitidos por France Culture este verano.
Además estos cursos han sido editados en CD y son (todavía) fácilmente
accesibles a través de las muchas mediatecas públicas francesas. Algunos de
estos cursos todavía pueden escucharse en este enlace a France Culture.
Desde hace unos diez años anda
Onfray metido en un proyecto monumental titulado Contre-histoire de la
philosophie, un proyecto en el que, según dice, todavía tiene trabajo para tres
o cuatro años más. La propuesta de Onfray es leer a los filósofos olvidados,
porque son aquellos pensadores de la sabiduría práctica y concreta,
despreocupados de los dioses, de Dios y del pensamiento dominante de su época.
Para Onfray existe una historia oficial escrita siempre por los vencedores, que
en Europa son los cristianos. Desde entonces existen también los vencidos. Para
Onfray los vencedores resaltan sobre todo las filosofías que, o bien preparan
el cristianismo, o son compatibles con él: platonismo, estoicismo, aristotelismo,
así como los espiritualistas, deístas, teístas y toda suerte de creyentes. En
cambio los materialistas, atomistas, ateos, empíricos, anarquistas no mezclan
bien con los filósofos oficiales. Esta Contra-historia es la historia de los
márgenes, de los pensadores vencidos. La propuesta es nada menos que
redescubrir veinticinco siglos de sabiduría práctica alternativa.
Existen bastantes traducciones
al castellano de obras de Onfray, muchas de ellas editadas en Anagrama. En
francés sus libros son editados fundamentalmente por Grasset.
Dejo aquí unos vídeos sobre
Onfray y la Universidad Popular de Caen. No tiene desperdicio.
La antítesis de Camus es Sartre? Pues no lo sabía, o, al menos, no lo he apreciado. De ambos sólo conozco su faceta literaria. De hecho, ahora mismo me estoy leyendo La Náusea, del segundo (y lo estoy disfrutando mucho).
ResponderEliminarLa cuestión no es tanto el resultado, esto es la literatura que cada uno ha dejado, sino el camino que han seguido para llegar hasta ella. Cuando Sartre habla de la pobreza habla de algo que ha leido o le han contado. Cuando lo hace Camus habla de algo que ha vivido. Sartre representa el pensamiento dominante de la época, mientras que Camus, por su independencia de criterio, fue duramente atacado, particularmente por los comunistas, donde Sartre era el rey. Es esto lo que denuncia Onfray, aunque tengo mis dudas de que en eso sea original, puesto que antes ya lo han denunciado otros. Entre los más cercanos, Goytisolo hace tiempo que ha defendido la figura de Camus frente a Sartre. Lo cual no quiere decir ni mucho menos, a mi modesto entender, que haya que tirar a la basura lo que Sartre ha dejado escrito.
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