Un padre de familia que deja precipitadamente su lugar de
trabajo y viaja inquieto, sorteando mil aventuras, hasta llegar al lugar donde
su familia pasa el verano. La casa está vacía, pero en la cocina encuentra
todavía la mesa sin recoger y, más extraño, un pastel sin tocar en el centro de
la mesa. Algo ha pasado y una vecina se lo confirma. Es tiempo de guerra y en
la retaguardia hay represalias. Un aviso a tiempo ha obligado a todos a cruzar
la frontera por Irún y huir a Francia.
Esta es la trama con la que comienza la novela Rêves oubliés
(Sueños olvidados), de Léonor de Récondo. A partir de la huida familiar, el
padre encontrará a todos en el sur de Francia, donde pasarán el verano y de
donde tendrán que salir para terminar, las tres generaciones familiares juntas,
habitando una granja en los Pirineos en unas condiciones poco menos que
inhumanas. Dos primos han escapado del campo de Gurs y han huido con los demás,
los soldados alemanes vigilan de cerca una central eléctrica… La novela atrapa
por el lado de la aventura en la que se ve metida la familia, pero a mí lo que
más me ha gustado es la descripción de la madre, la Ama en la familia vasca,
que en un cuaderno va escribiendo su gran sufrimiento a través del que se ve el
de toda la familia.
La autora habla en tercera persona, y habrá quien preguntará
qué demonios viene a contarnos de una familia exiliada esta escritora francesa.
Yo contestaría que, ya que en España nadie quiere contarlo, alguien tendrá que
contar el exilio. Pero es que además Léonor habla con perfecto conocimiento de
causa. No en vano lo que está contando es la historia de su familia por parte
de padre. Léonor se sirve de la novela para recuperar, de alguna manera para
ella misma, la historia de esa familia desconocida. Léonor de Réconod habla (en
francés) de su libro y de lo que significa para ella la escritura.
Pero aquí hay sorpresa: Léonor de Récondo comenzó a muy
temprana edad a tocar el violín. Con dieciocho años tuvo una beca para
continuar sus estudios en Boston. Continuará después su formación en Bruselas
con Sigiswald Kuijken. Es co-fundadora del conjunto L’Yriade, con quien anda
ahora recuperando cantatas de Bononcini.
Para terminar, un poco de música de Bononcini, interpretada
por el tenor Cyril Auvity y el conjunto L’Yiriade, con entre otros el violín de
esta fantástica Léonor de Récondo.
Ojalá algún día un editor decida aventurarse a publicar una
traducción al castellano (por qué no al vasco) de esta novela, Rêves oubliés.
He leído con auténtica emoción la obra "Rêves oubliés" de Léonor de Recondo.
ResponderEliminarSoy natural de Irún y exiliada a la edad de 1 año junto con mis padres y hermano, habiendo residido en Mimizan (Landes) desde 1.936 hasta 1.943 en que regresamos a Irún.
Supongo que Léonor es hija de Jean de Recondo, prestigioso neurólogo de quien me habló su colega Javier Urcola, recientemente fallecido.
Tengo interés en contactar con la señora de Recondo, si fuera posible. ¿Podrían facilitarme su dirección?.
Entretanto, les saludo atentamente. Josefa María Setién. Pasaia,24. Hondarribía. josefasetien@euskaltel.net
Recojo con interés su información pero no puedo contestarle si Léonor es hija de Jean de Recondo. En cuanto a contactar a Léonor no lo puedo asegurar nada, pero voy a intentarlo.
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