Mientras estos días se nos está hablando una y otra vez de la reforma de la Constitución, esa que solo nos sirve para los deberes, pero poco para los derechos (recuerda alguien que existe el derecho a la vivienda y al trabajo?), yo me he tropezado con esta foto que ya había utilizado y que da la verdadera medida de quien dirige realmente un país. Algunos políticos se han empeñado en aparecer como guiñoles del poder económico, y para mi que Zapatero se ha convertido en su máximo especialista. En esas estaba cuando me he tropezado con este texto que escribió hace unos veinte años Manuel Vázquez Montalbán, recogido en el libro Cuentos negros, y donde habla de la clase empresarial española. Viene esto a cuento de que, tras la reforma de la Constitución que nos están colando por la puerta trasera, y justo despues de las elecciones, volveremos a escuchar el santa santorum de la derecha: reforma laboral, flexibilización del mercado laboral, reducción de costes laborales… Nada que no hayamos escuchado en los últimos veinte años y que no nos haya hecho la vida más dificil.
“Hay cierta complementariedad entre Los mares del Sur y la hasta ahora última novela de Carvalho: El delantero centro fue asesinado al atardecer. La primera novela se editó en 1979 y la segunda en 1988, diez años de diferencia suficientes para marcar un cambio de talante moral en una misma sociedad. Si en 1978 todavía un empresario barcelonés con inquietudes intelectuales, Stuart Pedrell, es capaz de desclasarse e irse “al Sur” es decir, a vivir en los barrios que él mismo había construido y que le habían permitido enriquecerse, los empresarios que aparecen diez años después en El delantero centro son mucho menos ingenuos, más cínicos, ya no le tienen miedo moral al cambio y ya saben que la muerte de Franco no les ha perjudicado, al contrario, les ha instalado mucho más directamente en el control de la verdad en una cultura de mercado. No tienen pues mala conciencia y están dispuestos a enriquecerse, cueste lo que cueste, en una Barcelona empeñada en pleno esfuerzo olímpico. Carvalho reflexiona sobre la ciudad que están haciendo y sobre la que están metamorfoseando: la ciudad de su infancia, esa Barcelona vieja ahora sólo poblada por ancianos, comerciantes asfixiados por los grandes supermercados e inmigrantes extranjeros, magrebíes o del Africa Ecuatorial amenazados por toda clase de leyes de extranjería.”
Si alguno ha llegado hasta aquí y desea leer un poco más, recomiendo la entrada correspondiente del blog del Mendigo, uno de nuestros lugares habituales de visita. Y además un artículo imprescindible de Vicenç Navarro para comprender, si todavía hiciera falta, la que se nos viene encima cuando la prioridad no es el bienestar social sino la reducción del déficit.
Para terminar dos secuencias de Novecento, la inmortal película de Bertolucci. Solo espero que no tengamos que terminar sentándonos todos debajo de los caballos.
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