31 de agosto de 2014

Jimmy's Hall, de Ken Loach




Acaban de estrenar en Francia Jimmy’s Hall, la última película de Ken Loach y que fue presentada en mayo pasado en el último festival de Cannes. Y cuando digo última película de Ken Loach lo digo en todos los sentidos, pues el propio Loach ha dicho que deja de hacer películas. Tendría que añadir que para nuestra desgracia.

A través de la historia de James Gralton, irlandés nacido en 1886 en Leitrim, hijo de granjero y luchador infatigable, la película sirve para narrar la lucha de los que no tienen nada contra los que lo poseen todo. Nada nuevo bajo el sol. De un lado ciudadanos sin trabajo, a los que se les arrebata hasta la inocua posibilidad de tener un pequeño salón de baile donde poder divertirse; de otro los propietarios de la tierra, que no se recatan en expulsar a los arrendatarios y dejar en la calle a familias enteras, protegidos por el ejército, la policía… y la Iglesia, que juega un papel determinante en la anulación de las conciencias. Es particularmente interesante el duelo dialéctico que sostienen Jimmy Gralton y el párroco, una especie de Rouco Varela. En el salón de baile que Jimmy ha reabierto, además de bailar, se enseña a los jóvenes, se les educa y, sobre todo, se intenta que piensen por sí mismos. Esto el párroco no lo puede consentir y reclama el derecho exclusivo de toda enseñanza para la Iglesia. Ahí es nada.

La acción transcurre en los años 1930 en Irlanda, aunque cambiando algunos detalles podría ser un documental de la España de hoy. Así de bestia es la película de Ken Loach, que nos sirve con algo de humor una historia que parece sacada para remover las conciencias de tanto ciudadano abotargado y dormido.

Quiero terminar esta corta entrada con una pequeña referencia al hecho de que una película que se estrenó en mayo en el Reino Unido, a la vez que el en festival de Cannes, no haya sido estrenada en Francia hasta agosto, y en España no podrá verse en las pantallas hasta noviembre. Luego dirán que hay que luchar contra la piratería, pero es que ahora mismo no hay forma legal de verla en España. Diré además que yo la pude ver anoche en un cine donde pagué 2.80 euros (abono de 10 entradas a 28 euros), en una sala municipal de una ciudad de unos 15.000 habitantes que no tiene reparo en subvencionar una sala con cine de estreno en V.O.