20 de diciembre de 2011

Requiem de Victoria

Mendigo, oportuno como casi siempre (no digo siempre para no subirle el ego) me dice que un requiem quedaría mejor para reflejar lo que ha sido este 2011. Pues estoy de acuerdo con él, aunque temiendo que 2012 sea todavía peor me guardaba la carta. En cualquier caso este comentario me ha recordado que este año se conmemora un aniversario de Tomás Luis de Victoria (murió en 1611 en Madrid) y que no he dicho nada, algo imperdonable para alguien que ha cantado unas cuantas cosas suyas.

De Tomás Luis de Victoria dicen los que saben de esto que es uno de los grandes polifonistas del siglo XVI, junto con Palestrina y Orlando di Lasso. A Victoria se le asocia fundamentalmente al convento de las Descalzas Reales de Madrid, donde fue cura y organista. Había sido antes enviado por Felipe II a Roma, donde debió conocer a Palestrina y se empapó lo suyo de la música que se cocía por entonces en Italia.

Su obra es religiosa y suena desde luego austera como los tiempos que nos quieren imponer ahora. Tengo que decir algo que va a sonar a herejía, y es que yo siempre lo he disfrutado más cantando (o dirigiendo) que escuchando. Pero tambien es verdad que cuando he escuchado Victoria en vivo siempre ha sido muy alejado de lo que nos han vendido como las grandes grabaciones de sus obras.

Buscando por youtube he encontrado esta interpretación de los Tallis Scholars, que me gusta por varias razones, pero una de las más importantes es que, siendo una interpretación clarita y diáfana como casi todas las interpretaciones inglesas, en esta no se utilizan niños, sino voces femeninas. Es de agradecer.

Cuando todavía vivía en Madrid empezaron a proliferar grupos que intentaban acercarse a las buenas interpretaciones de música antigua. En Victoria eso era complicadísimo porque la escuela vocal era entonces (a lo peor lo sigue siendo) una escuela operística que en nada puede ofrecer una interpretación interesante de música antigua. Uno de los que empezaba a pelearse por entonces con la fuerza de la gravedad es Raúl Mallavibarrena, con su grupo Música Ficta. Aquí tenes una interpretación del Offertorium. Frente a los Tallis Scholars ellos ofrecen una interpretación más latina, pero además con mucha calidad (es mi modesta opinión).

Y para terminar: todo esto nos lleva a solo dos salidas. Una es admirar la belleza y quedarnos contemplando lo que de bueno tiene el género humano en cuanto a creador de obras que perduran. La otra es impregnarse de un espíritu austero, represor como solo el catolicismo puede serlo a veces, recordar el desastre arquitectónico que es El Escorial (que va mucho con la música de Victoria) y concluir que de volver a aquello nada. La austeridad que se la metan donde les quepa, porque los “mercados” nos están vendiendo la moto. Pero nosotros no queremos comprarla.

Y ahora a seguir escuchando buena música. Otro Requiem muy posterior, de Verdi, y el Dies Irae que desde aquí les damos a todos los Untangarines del mundo mundial. Para los puristas: se trata de Claudio Abbado, la Filarmónica de Berlín y un coro en el que está el Orfeón Donostiarra con nosequien más.

17 de diciembre de 2011

Musica para 2011

Como suele ocurrirme cuando llega el final de año ando con la lengua fuera y buscando una bocanada de aire. A los empujones en el trabajo que siempre se dan antes de cerrar el año, se juntan siempre muchos conciertos, actividades varias y, este año además, un montón de cosas relacionadas con el colegio de mi hija. No entiendo que dichoso placer masoquista encuentran en Toulouse llenando la agenda de los chavales hasta el último hueco.

Bueno, a lo que iba. El 2011 se va a acabar prontito, yo voy a estar ausente unos días y como no tengo intención de enumerar todo lo que ha pasado este año, que hay gente que lo va a hacer mejor que yo, quería hacer un intento de poner música a este 2011 que, me temo, de lo poco bueno que ha tenido es que el 2012 puede ser peor todavía.

Me hubiera gustado que 2011 fuera un año al que pudiera ponerle una de esas músicas con las que lleno este blog, pero es imposible, no va lo lírico con estos tiempos y voy a aprovechar una pista que me ha enviado mi amigo Cedric, de Radio Occitania. Se trata de una pianista de Ucrania que ha estudiado en una de esas fábricas de pianistas de la antigua Unión Soviética. Ella es buena, muy buena me atrevería a decir, pero la curiosidad del asunto está en la música que toca. No digo más, juzgad por vosotros mismos, pero escuchad mejor con cascos no sea que os echen de casa.

Como viene en el propio video ya sabeis que esta buena moza se llama Viktoria Yermolyeva, Vika se hace llamar y, para ser sincero, es la primera vez que he escuchado algo de Heavy Metal de principio a fin. La canción es de Metallica y la versión original la teneis aquí:

Por cierto, si algún pianista pasa por aquí, por favor que se tome el tiempo de mirar el vídeo de Vika otra vez y me explique cómo se puede tocar los pedales del piano con el par de botas de la amiga ucraniana Viktoria.

Os dejo con algo diferente tambien de la misma pianista. Esta vez es Pink Floyd, Echoes. Decididamente esta chica debió estudiar mucho Beethoven, pero se le quedó pequeño. Y si, es cierto, si alguno sigue el blog de Mendigo y las cosas que nos vamos diciendo el uno al otro, esta selección musical me sirve tambien para desquitarme por el concurso musical que se inventó el otro día y que me ha destapado como el analfabeto rockero que soy.



11 de diciembre de 2011

Debtocracy – Deudocracia

De cuantos pueden pasar por este blog no se cuantos tendrán la misma sensación que tengo yo cuando tengo que pasar por la oficina del banco para cualquier cosa. Da igual lo que haga y donde me ponga la mano para que no me roben, siempre salgo con la sensación de que me han robado la cartera. Si me pusiera a jugar al póker apostando con Tamariz me quedaría sin dinero, pero al menos me lo pasaría bien.

Pienso en estas cosas cada vez que oigo hablar estos días de esa supuesta fantástica idea de crear un banco “malo”, como si existiera alguno que fuera bueno. En los cuentos de los chavales los ogros siempre son los malos porque se comen a los niños, pero para el propio ogro él es el bueno del cuento. Pues esto de los bancos para mí es igual, no existe banco bueno ni malo, son todos unos buitres insaciables. Ahora de lo que se trata es de decirnos a cuánto sube la factura a día de hoy, es decir cuanto vamos a tener que pagar y de cuantas cosas vamos a tener que prescindir para que los “inversores” sigan teniendo sus beneficios.

En los últimos días han sido particularmente activos con este tema los blogs de Mendigo y de Hugo Martinez Abarca, blogs que siempre recomiendo desde estas modestas entradas. Todo esto me ha recordado un vídeo que vi hace algunas semanas y que puede que conozcáis. Se trata de una explicación clarita y transparente, que hasta yo la entiendo, de cómo ha llegado Grecia hasta donde ha llegado. Pero sobre todo el vídeo explica por qué es legítimo dejar de pagar según qué deudas. Ya se que el vídeo es largo, pero buscad el rato de sentaros y mirarlo entero porque es imprescindible en los tiempos que corren. Nos van a empobrecer, nos están quitando cosas imprescindibles, como un sistema sanitario medianamente solidario, que hacían de Europa no una isla en el planeta, sino el referente de lo que todos deberían tener. Al parecer hay gente poderosa que piensa que la esclavitud es el futuro.

Repito, nos están ya empobreciendo. Al menos que no nos abandonemos nosotros mismos en la ignorancia. Mirad este vídeo por favor.

5 de diciembre de 2011

Copago, Repago y Requetepago




En la prensa de hoy he podido encontrar dos artículos que me han parecido muy interesantes y que paso aquí a reproducir. El primero es del blog de Hugo Martinez Abarca, del que ya he traido cosas en el pasado. Os copio lo que hoy ha escrito por si sois perezosos, pero podeis encontrar el artículo con comentarios pinchando aquí.

El artículo se titula “Esto es rentabilísimo”:

Ahora que toca austeridad muchos demagogos que no tenemos ni idea hemos propuesto que se recorten gastos que parecen un lujo cuando no una concesión de mucho dinero (entre otras cosas) de toda la sociedad a una parte de la misma. Así, nos lanzamos a gritar demagogamente que antes de recortar en educación o sanidad sería bueno no regalar miles de millones de euros a la Iglesia en general (10.000 millones al año) o a la Jornada Mundial de la Juventud (católica) en particular; les pedimos que no se monten más candidaturas olímpicas tras varios fracasos que no han llevado a nada y que de tener éxito generarían impresionantes gastos de entrada (y ya se vería si ingresos de salida); les pedimos en su día (y sin estar en crisis, que la demagogia no tiene límites) unas cuentas claras que explicaran cuánto se había gastado, por ejemplo, en la boda de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz sin que nunca ninguna institución diera una respuesta mínimamente clara. Hay incluso quienes pedimos que se deje de participar en guerras y en estructuras internacionales hechas para la guerra por motivos humanitarios pero que como éstos no cuelan añadimos que es un disparate de gasto.

Si hacemos estas peticiones es, insisto, porque no tenemos ni idea. Cada vez que nos ponemos a gastar en estas partidas aparentemente supérfluas siempre hay un estudio que nos explica lo rentabilísimo que es el disparate. Cuántas veces nos habrá explicado la jerarquía católica que lo que damos a la Iglesia obligadamente es muy rentable porque así se ocupan de los pobres dejando que el Estado centre sus esfuerzos inversores en rescatar bancos.

La más brillante aportación al mundo de las auditorías desmontaprejuicios la hizo PricewaterhouseCoopers (una empresa en la que confiaría cualquiera: la recordaréis porque tenía brillantes asesores en EEUU como Jaume Matas). La semana pasada presentó un informe encargado por el Arzobispado de Madrid con toda seriedad y con rueda de prensa incluida, tras la cual los medios afines publicaron sus datos como si fueran dogma de fe (y de hecho lo eran). En él se explicaba que la Jornada Mundial de la Juventud (católica) había sido un negocio redondo para toda España e incluso también para el Arzobispado de Madrid aunque estaban cerrando todavía los números. ¿Cómo se había llegado a una conclusión tan contraintuitiva de que los (desconocidos) millones de euros regalados eran en realidad ingresos públicos? Con un profundo estudio que consistió en “una encuesta a 500 peregrinos y la confianza en los datos aportados por la organización“. La organización es el Arzobispado de Madrid que no sólo aporta confianza sino el dinero que cuesta el estudio y es de mala educación morder la mano que te da de comer.

Con todo lo demás pasa igual: presentar una nueva candidatura a los Juegos Olímpicos es gratis y ganar también lo sería porque ya están hechas todas las obras (pese a que los más escépticos afirmen que no está hecho ni el Estadio Olímpico). ¿La boda de Felipe y Letizia? ¡Un chollo! Fue rentabilísima porque las imágenes que vería todo el planeta supondrían una riada de turismo impensable: ¿quién no conoce decenas de turistas que cuenten que ses le ocurrió visitar Madrid al ver por la televisión a la entrañable pareja real? La propia monarquía es muy rentable porque según nos explican una república saldría mucho más cara incluso aunque no la presidiera Urdangarín. Por supuesto las guerras también son rentabilísimas aunque la inversión inicial sea algo elevada: eso no lo vamos a discutir aunque podamos constatar que la inversión la pagamos todos y la rentabilidad suele ser de unas pocas empresas energéticas y de armamento.

No tenemos ni idea. Hay un montón de estudios que explican sabiamente que un festival de propaganda religiosa es una inversión mientras la sanidad y la educación públicas son un derroche. Son estudios rigurosos hechos por las mismas empresas que demostraron la estupenda salud de Lehman Brothers y la pésima salud de nuestra deuda pública. Estudios que, por supuesto (y esto no lo negaré) son un negocio redondo: Con la que está cayendo ¿no es acaso buena idea que los emprendedores se forren comprando deuda y vendiendo acciones?

Dejemos que hablen los que saben, que si recortan en derechos sociales y no en disparates es porque no les queda otra. Qué más quisieran ellos que recortar en chorradas, pero es que las chorradas son un negociazo para todos. A ellos les duele más que a nosotros: no hay más que ver a la tecnócrata que llora al anunciar que va a hacer lo que hay que hacer. ¿Para qué empresa consultora habrá trabajado esta tecnócrata antes?

Otro artículo que me ha gustado ha sido publicado en Público, es la columna diaria de Isaac Rosa que, como acostumbra da en la diana. Tambie para los perezosos os reproduzco el artículo entero, podeis pinchar aquí si quereis ir a la página de Público.

Como en aquel Un, dos, tres… de nuestra infancia, estos días alguien ha formulado la pregunta y todos responden: “Por 25 euros, díganme servicios públicos a los que aplicar el copago, como por ejemplo la sanidad. Un, dos, tres, responda otra vez”. La sanidad… Los fármacos… Las autovías… La justicia… Los servicios sociales… La educación… El acceso al centro urbano… Las carreteras… “No, esa no vale, que ya la han dicho”. “Que no, que eran autovías, yo me refiero al resto de carreteras”. “Ah, entonces sí vale”.

La competición está abierta, y estos días todos se apuntan al Un, dos, tres, copago de qué, rivalizando por quién inventa la tasa más ingeniosa. A las voces que ya defendían el copago sanitario se unen otros: el subdirector de Tráfico pide peajes para circular; los jueces decanos proponen tasas judiciales “disuasorias”; varios ayuntamientos plantean pagar por servicios sociales… Y para llevarse el premio gordo, días atrás se rumoreaba un documento de CEOE pidiendo el “copago generalizado”, para acabar antes.

La veda está abierta, y estos días el cielo se llena de grandes globos sonda. Algunos acabarán en la estratosfera o pinchados, pero otros tomarán tierra y se harán realidad, pues para eso sirve cruzar líneas rojas (y la sanidad lo era): para que todo lo que queda por detrás de la línea sea pan comido. Ese es otro de los riesgos del copago sanitario: que si se implanta en algo tan sensible, todos los demás copagos vendrán solos.

Pasamos a la segunda pregunta: “Por 25 euros, díganme eufemismos para no decir copago, como por ejemplo tasa disuasoria. Un, dos, tres, responda otra vez”. Tasa disuasoria… Ticket moderador, propone Mas… Tasa pedagógica, sugieren los jueces decanos… Repago, grita un ciudadano cabreado… “No, esa no vale, tienen que ser eufemismos positivos”. “Ah, usted perdone.”

Llegamos a la última pregunta: “Por 25 euros, servicios en los que puede funcionar la colaboración público-privada, como por ejemplo la sanidad.” “Oiga, pero, ¿eso no es un eufemismo para la privatización de toda la vida?” “Hala, descalificado, por listo.”

2 de diciembre de 2011

Tolosa 2011 (y 3)



Cierro con esta entrada de hoy la serie que hemos dedicado al Certamen Coral de Tolosa de 2011. Dejo atrás las cosas alucinantes que nos trajeron los ucranianos de Oreya y paso a hablar de dos coros de la “casa” que han participado y han podido salir más que airosos del trabajo hecho.

El primero es un coro asturiano, El león de oro, que lleva unos cuantos años de andadura, no muchos, y que ya conocíamos de una reciente actuación en Tolosa. Son buenos, musicales y muy expresivos. Ha pasado poco tiempo entre la actuación anterior (2006 si la memoria no me falla) y la de este año. Creo que han venido con más ganas, sabiendo mejor lo que es Tolosa y, sobre todo con mucho rodaje en otros concursos. Personalmente me gustaron, pero no dejaban de tener un pequeño punto de “coro de concurso”, dicho esto con todo el respeto y la admiración del mundo, pero quizá despues del premio conseguido en Tolosa (terceros en folklore) sea bueno dar un paso adelante al mundo que hay más allá de los concursos: el trabajo menos espectacular del repertorio, que es el que acaba creando escuela (y público!). Me resultó un poco desagradable los hooligans tan ruidosos que colocaron detrás justo del jurado, pero eso no empaña el trabajo que hicieron.

Del otro coro que quería hablar es de Landarbaso, de Rentería. Este si que, con todas las consecuencias, un verdadero coro de la casa. Nadie que no haya vivido un poco el mundillo de Tolosa puede hacerse a la idea de la enorme presión que soportan los coros vascos cuando se presentan a este Certamen. Llevan toda la vida soñando con llegar allí; cuando llegan ellos mismos se meten una presión enorme para no defraudar a los suyos ni, sobre todo, a las expectativas que ellos mismos se han creado; muchas veces además sufren una especie de lucha cainita, porque por alguna razón desconocida los vascos defienden mucho lo suyo pero acaban a veces alabando lo de fuera por no querer ver mucho de lo bueno que tienen. En fin, vienen con una ilusión tan grande como la presión a la que se ven sometidos.

El caso es que Landarbaso lo conocimos hace ya unos cuantos años, puede que unos diez años, también en el Certamen de Tolosa. Es un periodo de tiempo en el que ya se puede ver una evolución de un coro. Lo primero que tengo que decir es la admiración que he sentido por el trabajo hecho por su director, Iñaki Tolaretxipi, porque de la nada ha sabido hacer lo más difícil, construir un grupo sólido que ofrece unos resultados sorprendentes. Me resultaron sanamente envidiables las ganas y el convencimiento con el que han acudido, dos cosas que pongo claramente en el “haber” del director. A título personal diré que consiguieron algo muy difícil cuando el público lleva varios conciertos a cuestas y muchos coros: nos emocionaron. Eso es lo más importante, que les escuchamos y cautivaron el corazón de quienes allí estábamos. Crearon uno de esos instantes que con los años permanecen en el recuerdo imborrable que marcan las emociones hermosas. Vaya aquí una de las obras que interpretaron en la parte de polifonía, donde ganaron un premio merecidísimo. Es Cloudburst, de Eric Whitacre, de la que ya hablé en otra entrada. La apuesta era arriesgadísima y salieron por la puerta grande.


El premio en polifonía a Landarbaso admite varias lecturas. De forma modesta yo daré la mía: Iñaki Tolaretxipi ha conseguido que Landarbaso sea una realidad que merece una continuidad al trabajo hecho hasta hoy. Esta continuidad solo puede venir a partir de pensar en seguir creciendo, y ese crecimiento está llamado a ser el de la búsqueda de nuevos repertorios, la combinación de este con el repertorio de siempre (Bach, Brahms, Mendelsohn, etc) y a partir de ahí seguir educando cantantes y acercando nuevos públicos y nuevos oidos al hermoso mundo coral. Iñaki: ahí es nada, has levantado una piedra enorme y ahora solo queda seguir con ello. Mucho ánimo a los componentes de Landarbaso y esperamos con ilusión a la próxima sorpresa que nos brindareis.