23 de junio de 2013

El teatro y la presidencia del Tribunal Constitucional







El señor que aparece en la fotografía, tan serio, tanto que casi hasta da risa, se llama Francisco Pérez de los Cobos Orihuel y ha sido nombrado esta semana Presidente del Tribunal Constitucional. Ignoro si se puso tan serio cuando recibió la noticia o, por el contrario, se puso tan serio para ver si lo nombraban. Tanto da. La noticia ha salido en todos los periódicos y ha sido difícil que yo no la viera.




Este otro señor que aparece en esta segunda fotografía, de nombre Francisco Ortuño Millán, comparte con el anterior algo más que el nombre de pila. Si aparece sonriente en la fotografía es, o pudiera ser, porque los asuntos de teatro siempre se han considerado menos rimbombantes que los relacionados con el Derecho, ya no digamos con la santa inmaculada Constitución Española.

Esta semana los dos han sido noticia en la prensa. Uno por lo ya dicho, el otro porque el Theatre Chaillot de París ha acogido estos días el espectáculo Carmen Lilith que creó para el Centro Andaluz de Teatro, centro del que es director.

Los dos son de la ciudad de Yecla y comparten generación. Dejo al lector adivinar cuál de los dos recibió esta semana una felicitación del pepero alcalde de Yecla, y quien no. Comprendo que a algunos les parezca más relevante convertirse en una de las autoridades de este país, pero a mí, por inocencia o por brutalidad, no lo sé, me parece que casi más importancia tiene dirigir un grupo de teatro y llevarlo a plaza tan difícil como es París, que ser elegido presidente de ningún tribunal. Porque el director de teatro ha tenido que trabajar para conseguir que, de una forma más o menos democrática, sea el público el que vaya inclinando el dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo. En cuanto al otro, también se lo ha tenido que trabajar y explotar a fondo su memoria, pero ha sido elegido por sus amigos o, al menos, por quienes él ha conseguido que no sean enemigos; desde mi modesto entender esto es menos democrático.

Quien esto escribe recuerda haber compartido juegos en la niñez con uno de ellos y largas conversaciones de teatro y música con el otro. A los dos les tenía perdida la pista desde hace muchísimos años. Si bien es cierto que uno puede de una manera alegrarse de ver que antiguos conocidos han “llegado”, signifique eso lo que signifique, también es cierto que polémicas antiguas me han puesto un cierto disgusto en la boca al saber que Pérez de los Cobos era nombrado Presidente del TC. Son polémicas de un tiempo en el que él militaba en Fuerza Nueva, como su padre, que fue candidato en 1977. Por cierto que de las biografías que he podido recuperar por internet ninguna dice cuándo dejó de militar en Fuerza Nueva. Igual sigue allí.

Dejo de colofón un par de enlaces: el primero al antiguo blog de Hugo Martínez Abarca, donde se estableció una cierta polémica cuando Pérez de los Cobos fue nombrado miembro del TC. Recomiendo leer toda la polémica, porque no tiene desperdicio, pero copio lo que dijo de él uno de sus amigos de Yecla:

« soy Paco Monreal Gil, nunca utilizo seudonimos para expresarme, y como no se quien eres tu, pero evidentemente me conoces, con toda la cordialidad y sin ningun afan de que te sientas ofendida/o, te dire que entre tu y Paco Perez (muy buen amigo mio) y yo, hay una diferencia fundamental, que nunca entendere entre los que teneis un pensamiento excluyente y que siempre apelais a la libertad (pero solo para los que piensan como tu), y los que podemos disentir de ciertos dogmas y mentiras historicas, y que no por eso, ni el ni yo, te difamariamos nunca, como has hecho tu.
Porque pensar no es delito ni pecado, obrar puedo serlo, pero pensar libremente, algo que tu nos niegas, es propio de stalinistas, y no digo que tu lo seas, pero esta vez has actuado como tal.
Veamos Perez de los Cobos, jamas, repito, JAMAS se ha visto involucrado ni ha estado en su animo porque me consta que era y es contrario a cualquier acto acto de provocacion o violento. Este señor, que lo es, no filtreo con Fuerza Nueva, era miembro de Fuerza Nueva, y para mayor informacion tuya si sabes lo que es era Carlista. Pero desde que se fue a estudiar derecho (licenciandose con premio extraordinario) a Valencia, lo unico que tu puedes imputarle a este señor, es que fue un estudiante excepcional, y a continuacion un trabajador ilustre y reconocido profesionalmente por todo el mundo del derecho Laboral, y un buen escritor, tanto de poesia como de prosa, al que te recomiendo leer en sus variadas publicaciones, para que puedas opinar la proxima vez, con mejor criterio, y sin difamarlo.
Si te acuerdas perfectamente de mi visita al cuartel de la Guardia Civil, y yo no lo niego que estuve y no me arrepiento ni un segundo, deberias tambien haberte acordado tambien “perfectamente” que a esa “visita” no acudio absolumente ningun miembro de Fuerza Nueva.
Y deberias expresarte con propiedad y si no has sabido ni has hablado desde el año 79 en que el se fue de Yecla, no alegues “que parece ser que no ha cambiado su ideologia” porque pertenecr a Fuerza Nueva en su momento o a cualquier partido politico LEGAL, que lo era, no descalifica a nadie, lo descalifica sus actos, y yo aun estoy esperando a que alguien me diga que ha hecho este señor, para que tu y varias personas mas que he leido, intentes desprestigiarlo sin un solo argumento real o solido, pues repito que no ha hecho mas que estudiar y trabajar toda su vida.
Y si crees que acudir al cuartel de la benemerita el 23-F(1981)es motivo de descredito para alguien, presupone por mi parte que tienes una absoluto desconocimiento de la historia de España en sus mas infames momentos de incivilidad del pasado siglo, que ahora se esta intentando reescribir y resucitar por parte de algunos con ley incluida.
Pero yo no voy a caer en esa trampa y no me voy a enfrentar ni contigo ni con los que quieren una gurra 71 años despues, porque yo naci en 1961 y no odio a nadie ni le tengo inquina a nadie a pesar de que tengos motivos para hacerlo, porque yo tambien tenia abuelos, no solo el Sr. Presidente del Gobierno.
Y por ultimo y como escribo con desventaja, ya que tu si sabes quien soy yo, pero tu te parapetas detras de un seudonimo, si tienes interes en que te de alguna explicacion (en privado, no en publico)y te ponga al corriente de algo, me lo haces saber y con mucho gusto te lo aclaro, pero por favor con esta clase de comentarios y difamaciones, no vas a conseguir tu objetivo, de hecho el Senado ya ha aprobado con los votos de PSOE y PP, su nombramiento como miembro det TC, deberias alegrarte que un paisano y, segun tu dices, un compañero de instituto, haya logrado acceder a ese importantisimo puesto, y ten por seguro, que su actuacion dentro de el sera absolutamente profesional y no politica, porque jamas se ha dejado manipular por nadie y es libre y jamas se prestaria a ser comparsa de ningun partido politico.
Con todo mi afecto, si realmente fuiste compañera/o en el Instituto Azorin, y esperando saber quien eres y asi estamos en las mismas condiciones.
Att. Francisco L. Monreal »


El otro enlace es a una noticia antigua y está relacionada con el hermano del nuevo Presidente del TC, hermano que trabaja desde hace años adscrito al Ministerio del Interior, primero con Rubalcaba y ahora con Fernández-Díaz. La noticia da cuenta de la absolución del delito de torturas por falta de pruebas.


Para terminar, y que Forzu me perdone si la memoria me falla, dejo aquí una música que él utilizó para uno de los primeros montajes que le vi en Yecla, allá por 1980 en el Teatro Concha Segura.




16 de junio de 2013

Mediterráneo - L'Arpeggiata





Chell’  cò mare te rice,
te l’ha sapè arricurdà,
e a ‘stu puort ce turnarrai.

(Aquello que te dice el mar,
debes guardarlo en la memoria,
así algún día volverás a este puerto.)

Tis thalassas ta kymata,
erhonde ena-ena,
san ta dhika mou vasana.

(Las olas del mar,
se suceden una a una,
como mis propias penas.)

Cuan grande es el mar y las arenas,
tan grandes son mis ansias y mis penas,
que no basta mi dicha a defenderalas.




La canción de las tres sirenas es una pequeña joya que aparece en Mediterráneo, el último disco de L’Arpeggiata, el grupo de música antigua (¡!) que tan bien dirige Christina Pluhar. El texto de la canción está en napolitano, griego y castellano, y las voces son de Vincenzo Capezzuto, Katerina Papadopoulou y Raquel Andueza.

Para Christina Pluhar Mediterráneo no es el espacio bañado por sus aguas, sino donde se cultiva el olivo. Hay una presencia importante de músicas griega, italiana, española (catalana y mallorquina concretamente) y portuguesa, con alguna incursión de música turca. Una mezcla que, con los tiempos que corren, parece casi una declaración de principios, sino una declaración casi de guerra al BCE y al Deutsche Bank.

Otra joyita del mismo disco: en esta ocasión una canción tradicional en greco-salentino, porque los griegos llegaron al sur de Italia y allí dejaron parte de su cultura, de su música… y de su idioma. Todavía en 1945 había 40.000 habitantes en el sur de Italia que hablaban griego.

¿Quién sabe, pequeña golondrina,
qué mares habrás atravesado
y de donde nos vienes
con la llegada del buen tiempo?

Tu pecho es blanco
y tus alas negras
tu espalda es color de mar
y tu cola partida en dos.

Sentado delante del mar,
te miro volar:
te elevas, te sumerges,
y tus alas rozan el agua.

Más te pregunto
y no me contestas nada;
te elevas, te sumerges,
y tus alas rozan el agua.




Y termino con un tercer vídeo: un fado de Carlos Paredes en la voz de Misia, Sem saber:




10 de junio de 2013

Elías Querejeta






La foto si no recuerdo mal es de un Goya recibido por Querejeta en la famosa ceremonia del No a la guerra y, cómo no, él no pudo callarse e hizo uno de los llamamientos más dignos a parar la barbarie. Hoy ya sabemos que no sirvió para nada pero que teníamos razón en que era una barbarie sin sentido.

Se han publicado muchas cosas estos días; de las que he leído la que más me ha gustado ha sido la del siempre certero David Torres en Público. La transcribo aquí para los perezosos que no quieran pinchar el enlace para seguir después con el fragmento que he puesto abajo de La caza.

« Para mí, Elías Querejeta siempre tuvo pinta de viejo rockero, un guitarrista machacado por la mala vida, con la voz ronca, los ojos fatigados y el cuerpo cargado de noches en blanco. Casi con toda seguridad es una imagen falsa, pero algo había que hacer con un señor que se pasó toda la vida detrás del escenario, entre tramoyas, moviendo los dineros y los hilos, haciendo posible el misterio ése del cine que, en España, más que misterio es un puto milagro. Las mejores películas de Saura, Erice y Chávarri se las debemos a él, lo que es prácticamente decir media historia del cine español (coges a Buñuel, a Berlanga y a Camus, y ya tienes la otra media).
Querejeta produjo muchas buenas películas pero, sobre todo, produjo tres obras fundamentales para explicar el embrollo en que consiste España. Tres películas extraordinarias, a la altura, para hacernos una idea, de ViridianaEl verdugo o Los santos inocentes. Una, El desencanto, el bárbaro documental de Jaime Chávarri sobre los Panero, la crónica de la destrucción de una familia a manos de un padre brutal, falangista y poeta, la condena del artífice martirizado desde la cuna, el crecimiento de tres monstruos geniales en un laboratorio de Astorga. Dos, El espíritu de la colmena, una película tan bella, tan sutil, que no parece de este mundo, y donde la sombra de Frankenstein planea sobre una niña prisionera en una España de cuento. Tres, La caza, donde cuatro amigos, tres viejos camaradas franquistas y un chaval joven se van de cacería a un infierno en Toledo y acaban matándose a tiros entre ellos.
La caza es una película de una violencia tan salvaje y tan física que, hoy, medio siglo después, te sigue revolviendo en la butaca. Lo que hizo Saura, con ayuda del guionista Angelino Fons, de un puñado de actores sobrenaturales y de una tétrica percusión de Luis de Pablo que ella sola te saca de quicio, es condensar la guerra civil española en hora y media. Rodada en los montes de Toledo, en un blanco y negro deprimente, con el celuloide ardiendo en un calor intolerable, es una cinta que huele a sudor agrio, a escabechina, a madrigueras rancias, a alcohol y a pesetas sobadas. Los personajes van rumiando agravios, hirviendo en el jugo de su propio rencor hasta que de repente todo estalla en una balacera final que se cuece bajo un sol demente. Parece mentira que una masacre tan depurada, tan recia (no conozco una sola cinta parecida en toda la historia del cine; si acaso, Perros de paja, de Sam Peckinpah) fuese prácticamente la primera producción de Querejeta. En La caza, como en El espíritu de la colmena, como en El desencanto, se muestra la otra cara de España, la de las pinturas negras de Goya.
Entonces es cuando recuerdas que vives en un país gobernado por chulos de pueblo, por señoritos de mierda con gomina en el alma, por banqueros zampabollos, por analfabetos con rolex que dicen que subvencionar películas es subvencionar mamarrachadas. Son los mismos productores absurdos y paletos que han despilfarrado toneladas de dinero público en aeropuertos vacíos, en estafas andaluzas, en pistas de carreras, en olimpíadas que no llegan nunca, en misas con botellón, en cacerías de elefantes, en una boda en El Escorial que, de haberse rodado en cinemascope, hubiera dado, como mucho, para una tragicomedia atroz, mitad de gangsters, mitad de zombis. Un país que, en lugar de Hollywood o Cinecittà, ha levantado el Valle de los Caídos, en vez de al cine está condenado por los siglos de los siglos al canibalismo, al aquelarre y al arte rupestre. »








2 de junio de 2013

Victoria Gómez Sáez, Nenita




“Nació en 1921 en Maliaño (Santander). Sus padres “maestros nacionales” supieron inculcarla, desde su más tierna infancia, el amor por la libertad y el compromiso de ayudar a sus semejantes. Su adolescencia la pasó ya en Santander (capital) donde cursó estudios de bachillerato. Era una vida normal de una chica joven a la que el futuro despertó de sus sueños de juventud, estalló la guerra y todo su mundo conocido se truncó. Sus padres, tras unos meses, dejaron las clases para dedicarse por enero a ayudar en un “hospital de sangre” y en un “horfanato de guerra”. A mediados de 1937, ante la inminencia de la caída de Santander, se exilió a Francia junto con su madre Casilda y otros familiares. Pocos meses más tarde, convencidas del triunfo de la República sobre el fascismo, volvieron a España para intentar reencontrarse con su padre. No lo lograron y nunca más lo volvieron a ver, fue fusilado en enero de 1938 “por haber sido fundador y presidente de la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) en Santander” sin haber empuñado en su vida más que los libros de texto. Tras peregrinar por Barcelona, Moncada i Reixach, Valencia, Alcira, etc., en marzo de 1939 volvieron a exiliarse a Francia.

En 1941, regresaron a España y, tras no pocas vicisitudes, su madre Casilda con ayuda de Victoria monta en Burgos una escuela “no oficial” donde dar clases a los más desfavorecidos, hijos de republicanos en su mayor parte. A la par de esta actividad, y como complemento a su compromiso de lucha social, comienzan a acudir al Penal de Burgos para ayudar en todo lo posible a los prisioneros republicanos. Pronto se hacen, madre e hija, “Madrinas de los Presos” y durante más de diez años ayudarán en todo lo posible a que su cautiverio sea más llevadero…

Ya en 1951, cansadas de vivir en un país sojuzgado y sin libertad, comienzan su tercer exilio en Francia del que ya no volvería Victoria hasta 1981…”







Estos pequeños retazos de la vida de Victoria Gómez Sáez, Nenita, fueron leídos en un homenaje que se le rindió en el Ateneo de Madrid el pasado viernes 12 de abril. Puedo aquí añadir que en los 90, después que la vida la golpease de nuevo, decidió una vez más que cruzar los brazos y dejarse llevar es lo último que se debe hacer. Entonces, con su amiga Palmira, que también tenía los ánimos como para bailar una jota, removieron todo lo que hizo falta hasta poner en marcha la UMER, Universidad de Mayores Experiencia Recíproca, donde una vez más, a base de trabajo y de tesón, se ha ganado la amistad y el respeto de todos. Ahora, con sus más de 90 años, se la puede ver cada jueves en primera fila en las conferencias organizadas por la UMER, participando siempre con interés. Por el camino han ocurrido muchas cosas, como aprender a utilizar un ordenador y navegar por internet, porque “la secretaria de la UMER necesita estar al día de estas cosas”  ¡faltaría más!

Con su ordenador pasa de vez en cuando y visita lo que publico en este blog, por eso desde aquí le puedo enviar un beso y dedicarle esta música que espero le guste. Es una canción de Brahms en la voz de Jessye Norman, una voz única para una mujer excepcional.