Yo ya se que llego tarde para hablar de esta película, pero es que no la he visto hasta hoy. Casi mejor así, porque así me ahorro explicarles de que va, no hace falta que les cuente que es muy buena y altamente recomendable. Eso ya lo saben, porque seguro que no son tan "boludos" como yo y la vieron en su día y en el cine, no como yo que la vi en la tele desde el sofá de casa y con los insufribles comentarios de la familia, que son una compañía encantadora pero que a veces arruinan la mejor emoción cinematográfica.
Porque la cosa va de eso. El director de El secreto de sus ojos, Juan José Campanella, es uno de esos tipos a los que uno le ha seguido la pista a partir de la primera película que le vi, que probablemente fuera El hijo de la novia, película con la que tambien descubrí a un actor enorme como Ricardo Darín. Pero todo eso seguro que quienes visitan este blog, gente culta e interesada por las buenas cosas, ya lo sabe.
Lo que seguramente es nuevo es lo que aquí voy a contar. Las películas de Campanella me llevaron hasta una titulada El mismo amor, la misma lluvia, donde la protagonista es, como en El secreto de sus ojos, Soledad Villamil. Qué gran actriz, pero sobre todo qué gran mujer! Lo que daría uno por tomarse un café con ella. O un mate, lo que sea. Una mujer para ir hasta el fin del mundo a buscarla si hace falta. Aunque haya que esperar 25 años, como le pasó a Ricardo Darín en El secreto de sus ojos.
Ahora os dejo que es tarde, domingo por la noche, la semana va a ser larga y todavía hay entre otras cosas preparar el próximo programa de radio para el sábado 19 a las 11 de la mañana.
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