El vídeo que puse en la
entrada anterior, y que ahora vuelvo a colgar, es un concierto de Rolf Lislevand y Noël Akchoté, en una
grabación de France Musique, que para entendernos es en Francia lo que es Radio
Clásica en España. La iniciativa de France Musique es de agradecer, por lo que
tiene de poder escuchar un concierto gratuito y sin publicidad. Pero el
concierto admite algunos comentarios que me apresto ahora a publicar, cosa que
no hice por pereza la semana pasada.
Lo primero que me llama la
atención es la mezcla de una música renacentista por parte de Rolf Lislevand,
con el jazz de Akchoté. El choque para mí no está tanto en los estilos, sino en
la necesidad del segundo de utilizar altavoces para que se escuche su música,
mientras que Lislevand es fundamentalmente un músico acústico y sus interpretaciones
pierden muchísimo si se pone un altavoz de por medio. Esto que digo debe ser
mucho más acusado en el concierto en vivo, pero incluso en la grabación se
escucha una diferencia de sonido que a mí me choca más todavía que la
diferencia de estilos. Ya sé que se me nota mucho, pero mis preferencias
siempre van por donde está lo acústico antes que lo amplificado
electrónicamente, que siempre me parece más adulterado.
Vamos ahora con la música en
sí misma. Si bien es verdad que estoy lejos de ser un entendido en todo lo que
se refiere al jazz, puedo presumir de un cierto bagaje a mis espaldas que me
permite identificar un buen músico de otro que no lo sea tanto. De Lislevand
tengo poco que decir, porque sus interpretaciones de música renacentista ya lo
dicen todo. Creo que cualquiera a quien le guste la guitarra disfrutará de sus
interpretaciones con todo lo que sea de cuerda pulsada. En este concierto se le
escapa alguna morcilla, algo que yo perdono sin ningún problema a un intérprete
de su sensibilidad. Id a la pieza que toca en el minuto 25:30, con las
variaciones hiperconocidas a partir del 28:20, y recrearos un rato que merece
la pena.
Ahora viene la otra parte,
Noël Akchoté. Es la primera vez que le escucho pero me costará volver a
hacerlo. La definición de Mendigo en la entrada me parece muy adecuada para la
parte de Akchoté: hay algunos buenos ingredientes, pero de ahí no sale un buen
plato si no hay un buen cocinero, y Akchoté no parece serlo. Tiene técnica y
parece saber lo que quiere hacer, pero tiene errores imperdonables. Que un músico
de jazz no sepa en qué tonalidad está tocando un compañero y entre por donde le
da la gana, aunque sea como echarle gaseosa a un St Emilion, me parece
simplemente imperdonable. Ignoro si el comentario de Mendigo era válido para
los dos, pero yo se lo he adjudicado a Akchoté directamente.
Luego está el asunto de la
mezcla, que simplemente me parece que no va, son dos estilos que chocan y por
eso cada uno toca lo suyo sin que sus caminos se crucen. De alguna manera este
concierto me ha recordado al de hace la tira de años, de Paco de Lucía con John
McLaughlin y algún tercer guitarrista de jazz, a veces Al di Meola, a veces
Larry Coryell. Hace mucho que no he vuelto sobre aquellos conciertos, pero
siempre me pareció que el esfuerzo de Paco de Lucía por acercarse a los otros
músicos se debía más a su sabiduría y a los límites de los otros intérpretes
que a otra cosa.
Por cierto, la música antigua
sí mezcla bien con el flamenco, como bien se dedicaron a demostrarlo el grupo l’Arpeggiatta
y Pepe Habichuela con estas Jácaras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario