23 de noviembre de 2014

Edicson Ruiz


Su madre trabajaba de taxista de noche en Caracas, circulando siempre con la “compañía” de un arma de fuego. A los diez años no había manera de canalizar su inquietud y ni el kárate ni ninguna otra actividad le satisfacían, hasta que gracias al Sistema de José Antonio Abreu, y despues de haberlo intentado con la viola, empezó a estudiar contrabajo. Con dieciséis años ganó un concurso en Indianápolis que acabó trayéndole a Europa, donde conoció a los que serían sus mentores europeos, Klaus Stoll y Janne Saksala, de la Filarmónica de Berlín. Con diecinueve años entró en esta orquesta y pudo invitar a su madre a verlo tocar en Berlín.

Parece un cuento de hadas pero es el relato vital apresurado de Edicson Ruiz, que en otras circunstancias hubiera sido verdadera carne de cañón y que gracias a la educación (y sin duda a su enorme capacidad de trabajo) se ha convertido en un contrabajista de prestigio que toca en la que es reconocida como la mejor orquesta sinfónica del mundo, de la que se cuenta siempre que una de las mayores características es el sonido grave de la cuerda, violoncellos y contrabajos.

De su constancia en el trabajo da fe el hecho de haber buscado como profesor al violoncelista Anner Bijlsma, de quien dice que le ha enseñado el sonido vienés en la cuerda.

Pero quizá sea mejor escucharle a él contar lo que ha sido y es su vida, en una entrevista hecha en Italia:


Y mejor todavía escucharle un poco con el contrabajo, en un vals de Luis Laguna y con acompañamiento de guitarra:


Y aquí acompañado por Klaus Stoll, al que Edicson considera como su padre europeo:



Para los más glotones hay más vídeos en su página web y no tenéis más que pinchar aquí.


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