2 de noviembre de 2010

TOLOSA 2010

Acabamos de volver una año más de nuestra visita al Certamen Coral de Tolosa. Ya explicamos en un escrito anterior que este certamen es una competición de coros amateurs de un nivel altísimo, donde se reunen anualmente algunos de los coros más pujantes. El certamen está organizado en conciertos donde participan varios coros, cantando cada uno alrededor de veinte minutos bien sobre polifonía, bien sobre folklore, que son las dos modalidades de competición para coros mixtos. En un mismo concierto es posible escuchar, como el pasado sábado, un coro japonés, seguido de un coro sueco, un coro de Euskadi y finalizar con un coro estadounidense. Una mezcla de estilos vocales y de estéticas tan diferentes que es una de las cosas que hace doblemente interesante este certamen.

Un año más el público ha reunido a aficionados a la música coral, con cantantes, directores de coro, agentes que programan conciertos y público en general curioso de escuchar buena música. Considero que la música vocal a capella, esto es sin acompañamiento musical, tiene un gancho especial y que conecta con el público como ninguna otra. Si además la música es buena y está bien cantada pues para qué quieres más. Pues hay más, porque en Tolosa siempre se da un componente humano que es dificil de encontrar en un concierto cualquiera.

Este año ha habido muchas cosas interesantes y no es posible nombrarlas todas si no van acompañadas de un ejemplo musical. Algunas de ellas las iremos sacando en antena en futuros programas. Por ahora me limitaré a nombrar a tres compositores vascos que nos han deleitado con las obras obligadas del concurso: Josu Elberdin, Eva Ugalde y David Azurza. De este último, además de la obra obligada, el coro Oroith / Hodeiertz nos deleitó con una magnífica Oihu hau, una obra que no deja indeferente y que arrastra en lo emotivo cuando está interpretada con sabiduría e intensidad, como fue el caso. Fue uno de los hitos de este certamen y uno de esos momentos que yo guardo en mi memoria coral, una memoria que no se aloja en ninguna parte del cerebro, sino del corazón. Doy desde aquí las gracias a su autor, David Azurza, y al director que la hizo realidad sonora: Enrique Azurza. Si alguien busca partituras o información sobre David Azurza, lo mejor es que acuda a este enlace:

http://www.oihuhau.com/

Para acabar, y puesto que de la música conviene hablar poco pero escuchar mucho, os dejo un pequeño ejemplo musical. Es un coro infantil de Granollers cantando las Habaneras del Carnaval, una deliciosa pieza de David Azurza. Disfrutadlo y preparad un billete para el próximo certamen que será en 2011 alrededor del 1 de noviembre.



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